LAS CLASES PARTICULARES
“La Técnica Alexander nos da todo lo que hemos estado buscando en un sistema de educación física: aligeramineto de la tensión debida a la falta de adaptación y una mejora constante en la salud física y mental. No podemos pedir más a ningún otro sistema, y tampoco podemos pedir menos.“
F.M. Alexander creía que ni las palabras ni los ejercicios eran suficientes para estimular un cambio real de nuestros hábitos más profundos, que es lo que nos permitirá mejorar nuestro uso. Desarrolló un método de trabajo manual individualizado, en el que el maestro ayuda al alumno a reorganizar sus patrones neuromusculares habituales, con la ayuda de un sutil contacto manual y las instrucciones verbales necesarias. Se trata de que el alumno se vaya convirtiendo en sujeto de su propio aprendizaje.
Para llevar a término la clase, el profesor se sirve de la ayuda de una silla y de una mesa. Para realizar un movimiento tan sencillo, frecuente y cotidiano como es sentarse y levantarse de una silla, utilizamos un bagaje de fuerzas, tensiones y costumbres que hacemos de forma habitual y que nos son familiares. De hecho, el tipo de reacción que se desencadena al levantarnos de la silla no se limita sólo a este gesto. Funciona como una traza preestablecida y condiciona todas nuestra acciones y actividades que hacemos durante el día.
Es aquí donde el profesor podrá detectar estos patrones de reacción habituales y enseñar a mejorarlos. También se utiliza la posición de echado en semisupino sobre la mesa (con las rodillas dobladas), donde el maestro invitará al alumno a poner atención en todas las tensiones que estén en juego, incluso en la quietud.
Este aprendizaje será aplicable a todas las actividades que hacemos, porque se configura e integra como una nueva organización neuromuscular que irá creciendo a medida que vayamos practicando.
Las clases particulares son adecuadas para toda persona que quiera aprender la Técnica Alexander, sea cual sea su edad o condición física. Como en cualquier otro aprendizaje, la llave está en la frecuencia y regularidad de la práctica. Una clase dura aproximadamente 45 minutos. El profesor y el alumno decidirán conjuntamente cuál será la frecuencia y la duración del periodo de clases. Para hacer la clase no se necesita ningún otro requisito que vestir cómodamente.
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